lunes, marzo 05, 2007

"LOS NIÑOS DE LA CALLE"






Hoy una gran parte de la infancia del mundo sigue sin ver cubiertas sus necesidades básicas y según la UNICEF se eleva a cien millones el número de menores que han sido privados de su derecho más elemental: el de ser, simplemente, niños".
Los niños de la calle, como se les llama, son la cara sin rostro de cien millones de habitantes que se educan en el entorno callejero. Hay quienes vuelven cada noche a dormir a sus casas y quienes lo hacen al amparo de una parada de autobús, un portal o en el patio de una tienda. La calle es su forma de vida, no conocen otra.
La situación social y económica de sus familias les empuja a un abandono afectivo y físico, que acaba entre cartones y contenedores de basura. Si al fracaso familiar, se le suma el escolar tenemos que nada hay ya que merezca la atención del pequeño, que se lanza a descubrir el universo que es la calle.
Existen niños que desembocan en esa vida precedidos por malos tratos, abandono, abuso sexual o consumo de alcohol o droga por parte de los padres.

“Un día no pude más y me fui de casa. Lo primero que hice fue buscarme un grupo, unirme a otros niños como yo. Así es más fácil vivir."
Así nos relata su infancia un niño de la calle, a quien le protegemos la identidad.

“Mi papá y mi mamá consume... Nos declararon en abandono a mí y a mis hermanos...”; “Él me dijo que no tenía más entrada a la casa porque si lo hacía me quebraban, me mataban... no quiero estar en la calle...”; “Mi mamá y mi padrastro tienen problemas de alcoholismo...” Estos son más testimonios de menores que nos confirman y enfatizan sobre el origen de su desventura en las calles.

La diferencia entre “niños de la calle” y niños en la calle”.
Se considera al “niño en la calle” a aquel que no ha roto todavía completamente su relación con la familia y sin embargo realiza el trabajo en las calles y se pasa el mayor tiempo ahí. Mientras que los “niños de la calle” son aquellos que han hecho de los puentes, de las coladeras y terrenos su espacio para vivir. Se hallan privados de afecto y se refugian en el anonimato que les ofrece la calle. Mendigan, roban, venden, hacen trabajos menores o se prostituyen.
Estos niños privados de su infancia son los habitantes de un submundo llamado "la calle", donde no existe más ley que la supervivencia ni más Dios que uno mismo, aunque sea entre la miseria.
“24 horas al día para sobrevivir sin dinero es un riesgo seguro para un niño o para un adulto. Para un menor las tentaciones son claras: desde la sustracción económica hasta la prostitución” comentó Maria Teresa Gómez Patiño, socióloga.
En comparación con otras ciudades del país el porcentaje de niños guerrerenses de y en la calle es muy alto debido principalmente a que es un estado con mucha movilidad de turistas y con una infinidad de oferta de diversión que hace que los menores busquen trabajo o brinden “algún servicio”.
Niñas que piden dinero para comer
En información proporcionada por Adulam Asociación (lugar de refugio); la mayoría de los niños que habitan en la calle, son estudiantes de secundaria o bien niños y niñas de la calle.


Las niñas son explotadas por su familia, por sus amantes o por sus padrotes. Hay también un grupo de niñas de entre 15 y 18 años que trabajan para empresas que organizan fiestas privadas, por lo general en zonas residenciales como Las Brisas, quienes obtienen ingresos superiores a los dos mil pesos la noche.
"Trabajar sobre la causa del problema requiere una labor más fuerte, pero si se trabaja con la familia se va logrando una recuperación familiar..." comentó Gómez Patiño.
Frente a la Plaza Cuauhtémoc se ven cuatro niñas pedir dinero a los conductores que esperan la señal del semáforo, poniendo caritas de tristeza y diciendo “regálame un peso”. La mayoría de las y los menores ganan entre 50 y 200 pesos por un servicio sexual, pero quienes son video grabados o fotografiados para el negocio de la pornografía infantil, pueden ganar hasta 600 pesos.
La información anterior fue proporcionada por Adulam Asociación encargada de ayudar a los niños de la calle.
Este grave problema requiere del concurso de las autoridades locales y de la sociedad, pero sobre todo de hacer efectivas las leyes y ponderar los derechos humanos de las y los niños, que han sido ignorados en esta sociedad.
Expertos en el tema de la niñez consideran que los niños y niñas de la calle son un problema que se agrava y los programas de atención no pasan de ser solo buenas intenciones. Desde hace muchos años se anuncian acciones para esta población desvalida, pero los resultados indican que se habla mucho y se hace poco.
El fenómeno de los niños de la calle es fruto del imparable crecimiento urbano, la pobreza y la falta de alternativas.
Hoy en día hemos construido una sociedad en la cual los niños y los ancianos molestan, fastidian, entorpecen el absurdo correr cotidiano hacia ninguna parte.Los niños necesitan tiempo, dedicación, paciencia y mucho amor.
Es como plantar una semilla y cuidar de ella hasta que se convierta en un árbol y dé sus frutos. Pero las cualidades necesarias para cuidar y educar a los niños son precisamente las que esta sociedad, construida sobre las prisas y el egoísmo, se encargó de destruir.
Cien millones de niños viviendo la aventura diaria de sobrevivir a la crudeza de la calle y, en muchos casos, a la persecución despiadada de los mayores, son demasiados niños como para que podamos dormir tranquilos.

Es una cifra que resulta increíble, inimaginable.
Pero, lamentablemente, es verdad. Y constituye, por otra parte, la nota que define a esta humanidad que es capaz de gastarse miles de millones en armas para autodestruirse y que es incapaz de preparar a las nuevas generaciones para que construyan un mundo mejor.

El hombre, desde su ignorancia, no comprende que está afectando su futuro, porque está destruyendo la pureza, la ilusión, la imaginación, la sencillez, todo aquello que define al niño y que tanta riqueza aporta al mundo de los mayores.
*FOTO-REPORTAJE REALIZADO POR ALUMNOS DE LA FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y RELACIONES PÚBLICAS DE LA UAA

1 Comentarios:

At 3:26 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

hay que darnos cuenta de esta problematica social que hay en nuestra ciudad de darnos cuenta que estos niños necesitan de nosostros de todos, por que para ellos somos su ayuda, de que el gobierno se preocupes por ellos de que dejen de miarar por si mismos y no por los demas, saber que dios alguna vez dijo amen al projimo

 

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