martes, abril 19, 2005

La identidad cultural del guerrerense*

*(Guerrero es el Estado mexicano cuya capital es Chilpancingo y donde se encuentra la ciudad de Acapulco)

Sólo para ubicarnos en el contexto de lo que aquí disertaré, les informo que según el diccionario ilustrado de cultura esencial al que consulté, define la cultura como el conjunto de ideas, habilidades, costumbres, que, gracias al lenguaje, ha ido adquiriendo y transmitiendo el ser humano de generación en generación. La cultura produce el entorno del que forman parte todas las cosas originadas por el hombre.

¿Y como debemos definir la identidad?. Pues según el pequeño Larousse Ilustrado, es la conciencia que tiene un individuo de su pertenencia a uno o varios grupos sociales o a un territorio y significación emocional y valorativa que resulta de ello.

Esto es lo que nos dicen los libros, aunque, debo admitir, que me gustó mas la definición que me dieron algunos maestros y filósofos, a quienes comenté que iba a abordar este tema. La respuesta fue “es muy fácil, solo debes decir que lo que nos identifica como mexicanos son nuestros valores, símbolos, costumbres, normas sociales, derechos humanos, libertades, etcétera, etcétera”.

Después de todo esto que leí y escuché, no me quedó de otra empezar a tratar de buscar nuestras raíces culturales, lo cual me remontó a mas de 22 mil años atrás, cuando este territorio llamado estado de Guerrero empezó a poblarse por grupos de personas provenientes del estado de Sonora. Uno de estos grupos, según relatan en el libro Historia Mínima de Guerrero, editado por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), se dirigió al sur y costeando la vertiente del Pacífico llegaron a las costas de Nayarit y a Puerto Marques, Guerrero, lugar donde se descubrieron depósitos de moluscos junto con martillos de piedra y pequeñas lascas de obsidiana.

Fueron estos grupos de personas quienes tras encontrar en este territorio un lugar ideal para habitar, dejaron de ser nómadas y se instalaron en los lugares donde pudieron domesticar los primeros vegetales, maíz, calabaza, chile, es decir, iniciar una agricultura primitiva. Posteriormente en este proceso de sedentarización, desarrollaron otras actividades como construcción de viviendas con bajareque y desarrollaron la cerámica como vasijas y ollas.
Tras este proceso se pasó a la organización social, integrándose las primeras tribus en la cual el jefe además de ordenar lo que se tenía quehacer, dirigía ritos y cultos religiosos.

Otros asentamientos aldeanos de esa época se localizaron en San Jerónimo, Coyuca de Benítez y cerca del estado de Michoacán, en donde se construyó la presa del Infiernillo, lugares donde se encontraron utensilios de cerámica.

Redescubrir nuestras raíces es ahora mas fácil que ayer, pues contamos con múltiples instrumentos que nos ayudan a entender no solo el pasado sino también el presente y en base en ello, predecir el futuro. La ciencia ha avanzado años luz, al descubrirse nuevas formas para desentrañar viejas dudas sobre los orígenes de la creación y han develado los científicos el paso del hombre sobre la tierra.

Es así como ahora podemos conocer y estar seguros, de que los Olmecas también dejaron sus huellas en Guerrero y estas están reflejadas a través de las esculturas de piedra, jade y barro como las grandes cabezas, figuras de jaguares, estelas, altares, personajes importantes, personas gordas, enanos, niños y combinaciones de hombres y jaguar. Estos vestigios los podemos admirar en el municipio de Copalillo, así como en otros mas como son Chilapa, Quechultenango, Coyuca de Catalán y Zumpango del Río. Se extendieron al sur, sobre la región de la Costa Chica.
Y así como esta cultura, también se asentaron la Mezcala la cual tuvo su florecimiento en la cuenca del río Mezcala, la cual podemos verla traducida en el estilo propio de su cerámica y escultura.

Guerrero fue asentamiento de una diversidad de culturas como la Teotihuacana que tuvo su centro de influencia en las costas Grande y Chica. También tuvimos la influencia de los mayas con sus conocimientos astronómicos y matemáticos, su arquitectura monumental, sus esculturas y pinturas. Todos estos conocimientos fueron difundidos a través del comercio que llegaba desde Tabasco hasta las costas de Guerrero y llegaba hasta la región de tierra caliente.
Pero fue la cultura Tolteca la que mayor influencia tuvo entre la población del estado de Guerrero al trasmitir sus conocimientos sobre las técnicas metalúrgicas para la elaboración de objetos de cobre, oro y plata. Así también trasmitieron el empleo de la columna en la arquitectura y el dominio militar en el gobierno.

Posteriormente llegaron a poblar la entidad los pueblos mixteca y purépecha, los cuales se asentaron en regiones fronterizas, uno del lado del estado de Oaxaca y el segundo colindando con el estado de Michoacán.

Sin embargo, registra la historia, fue el imperio mexica el que dominó en el estado de Guerrero tras el fin del imperio tolteca y los pueblos tradicionales toltecas fueron dominados por los chichimecas que posteriormente formarían el imperio mexica.
Con estas pinceladas, podemos concluir de que los pueblos de Guerrero fueron adquiriendo sus rasgos comúnes con otros de México en cuanto a organización social y económica, pero también podemos aventurarnos a manifestar que los guerrerenses no tenemos una sola raíz cultural sino que, como lo hemos podido constatar, somos un pueblo pluricultural, pluriétnico y polifacético.
Cada una de sus regiones—de las siete en que está dividido hoy el estado—tiene su propia cultura, la cual hemos venido aprendiendo y entendiendo.

El lenguaje, los idiomas, los dialectos, nos hacen diferentes. Quizá algunos valores y símbolos nos den identidad, pero ni la música, ni el folklore, ni las expresiones artísticas—danza, pintura, escultura, artesanías—pueden sugerirnos alguna forma de identificación.
Quizá lo que provocó que este carácter multifacético del guerrerense fuese prefigurando una nueva identidad fue provocado por el dominio que los españoles ejercieron durante su conquista de las poblaciones indígenas, quienes llegaron a Guerrero en busca de minerales preciosos como el oro y la plata.

La llegada de los españoles a Guerrero provocó el cambio de una cultura—indígena—por otra—de España—y los procesos económicos y políticos derivados de estos cambios le dieron una expresión propia. Y esto no podía ser de otra manera ya que alejados de la capital del reino, las políticas centrales afectaron a los habitantes de la entidad en forma diferente a los de otras regiones.

La evangelización fue otra de las formas de provocar una revolución cultural entre los pueblos de Guerrero, pues los religiosos de la orden de San Agustín, trasmitieron conocimientos técnicos y humanos de la época a los indígenas a quienes promovieron su conversión al cristianismo.
Fue así que de hecho, la imposición de la cultura española en la región suriana dio por resultado una sociedad altamente diferenciada, en la cual el comercio y la minería se convertían en las ocupaciones que permitían hacer fortuna y estas a la vez promovían las artes y la cultura para su propia gente, pero debajo de ellos en un nivel inferior, hasta llegar a la actividad agrícola se encontraban los agricultores indígenas que en su mayor parte representaban una de las partes mas bajas de la estructura social. La otra parte la constituyó la población de negros, quienes tuvieron su asentamiento en Cuajinicuilapa, región de la costa chica.

Tres siglos de dominación española en Guerrero fueron también siglos de formación . Floreció una nueva cultura en ciudades y pueblos en donde se podía constatar una nuevo estilo de vivir y convivir, de producir y comerciar así como las costumbres y creencias del actual pueblo guerrerense nacen y se fortalecen en este importante período.

Al final de la colonia México y el estado de Guerrero en particular, viven una serie de acontecimientos político-militar en donde se muestra y demuestra la hidalguía de su gente quienes inician la oposición a seguir siendo siervos y explotados. Tepecoacuilco es el primer poblado de Guerrero que se levanta en contra de la tiranía española. Ya en otras partes se entrevistaban los curas José María Morelos y Miguel Hidalgo, quienes promovieron y llevaron a cabo el grito de independencia. Fue Morelos quien en Guerrero realizó las cuatro campañas militares de mayor importancia, tanto por la toma de Acapulco como la del Congreso de Chilpancingo.

De estas batallas nacen nuestros héroes, que nos identifica como guerrerenses, Hermenegildo Galeana, Valerio Trujado, Nicolás Bravo, Pablo Galeana, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria (Félix Fernández), Juan Álvarez, entre otros.

Ignacio Manuel Altamirano fue quizá una de las glorias de la literatura mas destacadas que fecundó la entidad suriana. A través de la poesía, el cuento, la novela, los estudios arqueológicos e históricos, el combate al analfabetismo y la valoración de las lenguas indígenas fueron los temas mas recurrentes de este gran literato y periodista. Con su obra, Guerrero entra de lleno a la cultura nacional mexicana, esa obra que fue construida por todos los hombres que en la patria habitan.

Rodrigo Huerta Pegueros
Periodista, Analista Político y Director del Periódico El Observador del Milenio, de Acapulco.